Los cueros y las pieles son subproductos de la industria cárnica. Una vez que se generan, el hombre solo tiene dos opciones: dejar que se desperdicien o reciclarlos; y nunca se ha dejado de reciclar el cuero. Los curtidores llevan a cabo esta misión. Gracias a la curtición, la piel o el cuero no se pudre, resiste el estrés mecánico y térmico, se puede teñir y se adapta a diversos usos.

Típicamente, existen tres técnicas de curtición: curtición vegetal, mineral y sintética. La técnica que conquistó el mercado se basa en el cromo trivalente mineral (Cr III). Del 85 al 90% de todas las pieles del mundo están curtidas con cromo III. ¡Debe haber motivos para ello¡

De hecho, el Cr III es extremadamente versátil; se puede utilizar con todas las tipologías de cueros y pieles; su uso es simple, preciso, seguro; el tiempo de proceso se acorta; la cantidad de productos químicos se reduce. En resumen, es la técnica de proceso más requerida por el mercado, y los curtidores escuchan a sus clientes.

Además, la forma trivalente de cromo es un oligoelemento esencial que el cuerpo humano necesita en pequeñas cantidades. Contribuye al metabolismo normal de carbohidratos, lípidos y proteínas. Además, una gran cantidad de suplementos alimenticios están destinados a ello. El cromo III existe de manera natural en alimentos como la levadura de pan, carne, patatas, queso, melaza, especias, pan integral, cereales, frutas y verduras frescas.  

Entonces, ¿por qué a la gente le preocupa? Este mineral se ha convertido en un especie de chivo expiatorio para las influencias negativas sobre la salud humana o el medio ambiente, aunque la legislación correspondiente de la UE (expediente REACH) ha redimido su imagen. El único problema relevante concierne a las personas con sensibilidad  al cromo, una pequeña fracción de la población, mucho menor que las que son alérgicas a las nueces o al pelo de los gatos ... y con riesgo inferior, ya que se limita a la dermatitis de contacto.

El cuero también se ha asociado con el cromo hexavalente (Cr VI). Esta otra forma de cromo no es  benigna como su forma trivalente, pero no se usa para el curtido ya que no tiene propiedades de curtición. ¿Cómo puede ser, entonces, que se hayan encontrado trazas de Cr VI en ciertas pieles? Esto ocurre en la piel de origen dudoso, donde el proceso ha utilizados productos químicos que no son de vanguardia; en tales casos, el Cr III no fijado puede oxidarse en Cr VI. Sin embargo  las tecnologías apropiadas y los productos químicos adecuados junto con   el control de calidad proporcionan un alto nivel de seguridad.

El uso de sales de cromo trivalentes se remonta a más de 150 años en la industria del cuero y nunca se ha reportado ningún problema importante de salud pública. Solo los taninos vegetales tienen una historia más larga de uso seguro. Además, a pesar de todos los avances científicos, hasta ahora no se ha encontrado ninguna alternativa con resultados equivalentes.

¡El cromo III, utilizado de manera correcta y responsable por los curtidores, está perfectamente bien!

 

Estimado lector, podemos asegurar  que la piel curtida con cromo de procedencia segura no representa ningún peligro para el consumidor medio. No te comas tus zapatos como Charlie Chaplin (porque no saben muy bien), ¡pero disfruta de su comodidad y belleza duraderas! ¡Y ... siempre pregunta de dónde procede la piel!